Un estudiante cualquiera al que le viniera a la cabeza su nombre podría preguntarse tal vez quién fue William Stoner, pero rara vez llevará su curiosidad más allá de la pregunta casual. Los colegas de Stoner, que no le tenían particular estima cuando estaba vivo, hablan de él rara vez ahora; a los mayores, su nombre es un recordatorio del final que les espera a todos, y para los más jóvenes es simplemente un sonido que no evoca ningún sentido del pasado y ninguna identidad con la que puedan asociarse a sí mismos o a sus carreras.
(Stoner de John Williams. Pág. 7)
Idioma original: Inglés
Título original: Stoner
Autor: John Williams
Traducción: Antonio Díez
Fernández
Editorial: Baile de sol
Año de publicación: 2010
Nº de páginas: 276
Valoración: Interesante
Tal vez lo que más me ha llamado la atención de este libro es que la historia que cuenta es una historia corriente, de una persona corriente que podríamos ser cualquiera de nosotros, cualquier lector potencial. Incluso diría que es una historia triste, de un personaje gris, sin carisma. Se trata de un profesor universitario procedente de una humilde familia rural, conformista y sin ambiciones, que a lo largo de su vida sufre diversos avatares familiares y profesionales que a cualquier persona normal le pueden ocurrir. Pero que él encaja de manera desapasionada y sin aparentes emociones.
![]() |
| John Williams |
A priori y con esta introducción se nos presenta un libro nada llamativo que invite a su lectura. Y sin embargo es un libro que una vez que empiezas a leerlo ya no puedes parar. Te sumerges en la historia y pronto te identificas con el personaje William Stoner, lo comprende, te solidarizas con él, muy probablemente por esa cotidianeidad que rezuma en cada una de sus frases y de sus actos. Te pegas a sus páginas y ya no puedes parar de leer.
El protagonista muestra una estoicidad abrumadora ante los diversos avatares de su vida: se enamora de una chica de manera casual y que muy a duras penas consigue conquistar (y no lo consigue del todo en su larga vida en común), la falta de ambición profesional le acarrea permanecer como un segundón en su departamento a pesar de su notable valía, deja escapar al amor verdadero de su vida sin luchar por ella y por su felicidad. Solo toma algunas decisiones con firmeza en lo que atañe a su hija, a la que se siente muy unido a pesar de las trabas impuestas por su esposa, a la que la complicidad entre ellos no le hace ninguna gracia. No pretendo estropear la lectura del libro, así que el desenlace final lo dejo para el lector interesado.
Es un libro este para reflexionar sobre cada uno de nosotros. Nuestras vidas y nuestros destinos, ¿están completamente en nuestras manos?¿Hasta dónde podemos decidir sobre ellos? Y, además, en esta época que vivimos del ruido, el aparentar, las redes sociales,... ¿no será todo un reflejo de la falta de humildad y profundidad que nos invade? Valoremos al que no hace ruido, al honesto y trabajador que cada día pasa desapercibido dejando una semilla indeleble en todos los que le rodean. Sin ruido, sin fotos, sin posts,...

































