"La felicidad vuelve a la gente estúpida..."
Idioma original: Español
Título original: Hijos de la fábula
Editorial: TusQuets
Traducción: Original en español
Año de publicación: 2023
Nº de páginas: 202
Valoración: risas, muchas risas aseguradas
Tenía el corazón partido con Fernando Aramburu, la primera lectura de este autor que leí fue Patria, y sinceramente me pareció una joya de la literatura actual. Motivado por la lectura de esta novela, me lancé sin pensarlo a las páginas de Los Vencejos, y me encontré con todo lo contrario, una historia rara, una "paranoia" del autor que no había por donde cogerla. Así que con estas dos experiencias con Aramburu, me decidí a leer Hijos de la fábula con cierta reticencia, pero a la vez, esperanzado en volver a encontrar aquel escritor que me enamoró la primera vez.
Lo que me he reído con esta novela sobre la banda terrorista ETA, cada capítulo, cada párrafo, cada frase,... era una nueva risa asegurada. Un Mortadelo y Filemón, un El gordo y el flaco, un dúo sacapuntas,... Asier y Joseba, una pareja que me ha hecho pasar uno de los mejores ratos con la lectura de sus aventuras y desventuras: son dos jóvenes que hace seis meses han ingresado en ETA. Están muy ilusionados, por fin se hace realidad su sueño de ser unos auténticos "gudaris" por la liberación de Euskal Herria.
Una caricaturización de lo radical, un mostrar desde el humor el sinsentido de todo aquello que se vivió, una juventud sin ningún tipo de motivación que encontró en el discurso radical de unos cuantos una manera fácil de convertirse en héroes y ser alguien en la vida.
Unos "líderes" que supieron mover las conciencias de los más jóvenes y vulnerables para ellos vivir (aún lo siguen haciendo a día de hoy) como auténticos marqueses y la mayoría de los "seguidores" pasar el resto de sus días encerrados en una cárcel.
El 20 de octubre de 2011 ETA realiza un comunicado. La escenografía está cuidada: mesa cubierta con un mantel blanco, tras ellos la ikurriña, la bandera de Navarra y la Arrano Belza; en la pared del fondo el póster con el hacha y la serpiente con el lema Bietan jarrai; sentados a la mesa tres miembros de la dirección con capuchas blancas y boina negra. Anuncian el "cese definitivo de su actividad armada".
Son siete capítulos que nos van narrando la aventura casi adolescente de los protagonistas y a la vez la degradación de ETA, siete pasos como los siete pecados capitales. La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza van apareciendo en ellos y todo con un humor y una ironía del autor que lo hace un viaje extraordinario.
Es increíble la maestría con la que Aramburu nos presenta todas las contradicciones de la lucha armada, de ETA, pero todo ello con humor y con una sabia ironía. El gran Dictador de Chaplin y La vida es bella de Begnini, juzgaron con crítica irónica, y eso es lo que ha hecho el autor con los "héroes de la patria vasca. Los protagonistas son unos pardillos que se plantean constantemente objetivos y estrategias, de la manera más absurda posible (¿pero es que no fue todo el movimiento de liberación vasco algo realmente absurdo?). Aramburu se ríe de los fanáticos que trataron de imponer sus ideas..., por eso las carcajadas que se nos escapan al leerla son reparadoras.
Si quieres leer una obra felizmente lograda en el registro de la comedia...Nadie estaba en mejores condiciones que Aramburu para hacerlo. Y lo ha hecho no sólo literariamente muy bien, sino conectando moralmente con la inolvidable Patria. Un sentido del humor brillante, sarcasmo en cantidades industriales y sorpresas que me han hecho disfrutar mucho. Recomiendo su lectura sin ningún tipo de dudas.
"...La felicidad vuelve a la gente estúpida. Se olvidan de luchar. Les entra pereza. Los felices solo piensan en ir de compras y bañarse en la piscina. Piensan en vacaciones, playa y discoteca. Eso es apoyar al sistema opresor. Justo lo que les va bien a los de la clase dominante. Mira las masas metidas en los campos de fútbol gritando como monos. ¿Gana su equipo? Para ellos eso es la felicidad. O que les toque la lotería. Los felices son bastante borregos".