
Haruki Murakami cuenta en este libro sus experiencias como corredor de fondo, afición que arrastra desde hace casi 30 años. Gracias a que sale a correr cada mañana puede seguir escribiendo. Y como una cosa lleva a la otra, casi nunca se salta un entrenamiento, esté donde esté y haga el tiempo que haga. Jamás viaja sin sus zapatillas y debido a su profesión de escritor puede presumir de haber corrido en medio mundo (y por ello le envidio).
Tal vez quien no corra de manera habitual esto no lo llegue a entender en su totalidad, pero esos momentos de soledad, de estar con uno mismo y sufriendo al mismo tiempo, hace que nos descubramos a nosotros mismos. En este sentido es especialmente emotivo la narración que el escritor hace de su maratón personal que hizo por libre y en el que recorrió la mítica distancia de los 42'195 km que separan la ciudad de Atenas de la de Maratón.
Pero no todo es correr. En este libro Harukki Murakami se sirve de esta afición a correr para hacer una especie de biografía. El hilo conductor es la carrera y las competiciones en las que participa, pero a raíz de ello cuenta también sus motivaciones para escribir, la elección de los temas sobre los que escribe, su relación con las personas que le rodean y, en definitiva, sobre su vida de escritor y de persona.
