"¿Cómo va la matemática en Gotinga ahora que ha sido liberada de la influencia judía?" pregunta un ministro nazi. Y David Hilbert contestará: "¿Matemática en Gotinga? ¡Ya no queda nada de eso!"
Este libro es una de esas pequeñas joyas aparecidas en editoriales pequeñas que de vez en cuando caen en las manos de alguien sin haberlo buscado y que, tal vez por ello, por ese efecto sorpresa, se disfrutan doblemente. En este caso, para mi fortuna, ese alguien en cuyas manos ha caído la joya he sido yo. La pequeña joya literaria y gráfica lleva por título Última lección en Gotinga. Y espero que después de esta entrada los afortunados que disfruten de ella sean muchos más.
Última lección en Gotinga de Davide Osenda (italiano e informático de profesión y aficionado a la acuarela, el cómic y a tocar el bajo) se trata de un cómic matemático. Me explico, es un cómic que recoge la última clase de un profesor de matemáticas en la universidad de Gotinga, justo la noche antes de que los nazis lo detengan. La clase se dirige a un auditorio vacío y en penumbra, o al menos eso es lo que el profesor cree...
Esta última clase de nuestro profesor versará sobre el problema del continuo. El problema de Cantor (en este sentido el cómic contiene una de las explicaciones gráficas más claras sobre las diagonales de Cantor hecha con cartas de póker). Sobre los infinitos, cuantos hay y cual es la diferencia entre ellos, dónde se sitúa el infinito de los números reales. Y lo verdaderamente sorprendente del libro es conseguir explicar esto a través de las viñetas dibujadas a acuarela por el autor. En ellas se mezcla matemática, filosofía e historia en una deliciosa combinación que llega a emocionar de verdad.
Como idea final que me sugirió el libro y que quiero compartir en esta entrada es la realidad de que el conocimiento matemático (y el conocimiento en general) no es patrimonio de ningún país, ni de ningún partido, ni de ninguna raza, ni de ningún ser concreto. Por el contrario el conocimiento es patrimonio de todos los seres humanos. De los que lo entienden y profundizan en su conocimiento, como de los que no tienen ni idea de su existencia ni de sus implicaciones. De una manera u otra todos nos beneficiamos de lo que sabe la Humanidad. Y que así sea por siempre jamás.