domingo, 15 de noviembre de 2015

Los viajes de Júpiter

El viaje son las interrupciones. Ted Simon

Veo la totalidad de África en una sola visión, como si fuera la luz de un relámpago.


Un periodista inglés dispuesto a dar la vuelta al mundo en una moto Triumph Tiger 500 durante cuatro años, vagando por continentes, desiertos, selvas, ciudades, países y conociendo gentes y costumbres de lo más diversas y variopintas. ¿Se puede encontrar una aventura más interesante que realizar en la vida? Tal vez sí o seguramente no, pero ha sido casi mágico sumergirme en la lectura de este libro de Ted Simon y viajar desde mi cómodo sofá por el resto del planeta. Por supuesto no ha sido un viaje cómodo ni placentero. Las penurias han estado a la orden del día. Incluso en más de una ocasión ha sido la vida la que ha estado en juego. Pero la conclusión más importante al acabar la lectura es ver como el autor supo adaptarse a cada situación y sacar lo mejor de sí mismo y de los demás para enriquecerse como persona.
 

El libro se divide en 8 capítulos en los que se narran los preparativos, el comienzo del viaje y a continuación cada uno de los continentes que atraviesa: África, Caerse, levantarse, América, Australia y Malasia, India, para acabar con el capítulo final de conclusiones y emociones por la llegada a CASA.

El viaje se realiza entre 1973 y 1977. En total Ted recorrió 126.000 kilómetros. Incluye algunos trayectos que realizó en barco (al atravesar los océanos) y algún trayecto de ida y vuelta en avión. Una vez concluído el viaje, tardó mas de un año en ser capaz de ponerse a escribir todo lo que había vivido en esos 4 años. La primera edición del libro data de 1979, pero el que yo he leído es una edición revisada por el autor en 1996, donde se incluyen algunas fotografías de las miles que hizo el autor. En 2013 se lanzó una edición conmemorativa de los 40 años del inicio del viaje, que incluye artículos de prensa sobre el viaje escritos por el propio Ted Simon o por otros periodístas de la época narrando sus aventuras. Y una pegatina.

Escribió algún libro más sobre el viaje que intentó repetir a la edad de 70 años, como Los sueños de Júpiter, y recorrió el mundo otra vez, aunque en esta ocasión dando conferencias y charlas sobre su aventura.

Ted Simon en Londres
Este libro está considerado como la verdadera biblia de los viajes en moto. Y yo añadiría que de los viajes en general. Y no sólo por la magnitud del viaje que se realiza, sino por el transfondo personal y filósofico que desprende el autor en sus páginas. Es interesante leer las descripciones de los lugares por los que atraviesa, pero el verdadero valor del libro está en lo que el autor siente en cada momento y lo que experimenta en su interacción con los diferentes habitantes de zonas, muchas veces remotas, en todo lo ancho y largo de nuestro planeta.

Alforjas de cuero recién estrenadas
Una de las más celebres frases pronunciadas por Ted fue: "El viaje son las interrupciones". Y así lo describe en su libro. Lo importante no es llegar al destino, sino disfrutar y asimilar el camino en todas sus dimensiones. Bien sea voluntariamente o involuntariamente, como cuando en Brasil paso dos meses retenido y parte de ese tiempo en la cárcel. Allí pensó que moriría asesinado a manos de los funcionarios de prisiones, pero salió airoso y con una visión del mundo completamente renovada.

También se enamoró en Norteamérica y pensó dejarlo todo por ese amor. Pero ese amor tuvo sentido en ese instante y en esas circunstancias. Así podría seguir enumerando interrupciones que hicieron grande un viaje de leyenda.
 
La moto en el museo
Sólo me resta añadir una recomendación final que aparece en la contraportada del libro: ¡Atención! A causa de este libro hombres y mujeres han abandonado sus trabajos para tomar la carretera. Durante treinta años ha cambiado muchas vidas. Podría cambiar la suya. 

No sé si la mía la ha cambiado mucho, pero ahora cada vez que salgo con la moto a dar una vuelta, la disfruto mucho más. ¡Gracias Ted!

Trayecto recorrido por Ted Simon



Me gustaría mucho ser Júpiter, si no es demasiado tarde.