miércoles, 12 de julio de 2006

Muerte de un nacional

   


    Rebecca Pawel, una joven neoyorquina licenciada en Filología Hispánica, profesora de secundaria y tremendamente interesada en todo lo que a la cultura y la historia española se refiere, consiguió con "Muerte de una nacional" el premio Edgar Alan Poe en 2004. Además, la prestigiosa publicación Publishers Weekly la seleccionó como la mejor novela de misterio de 2003.

    Aunque novelada, esta historia puede corresponderse perfectamente con las miles de historias vividas en cualquier pueblo o ciudad durante o al finalizar la Guerra Civil española. En este caso Rebecca cuenta la historia de venganza del oficial de la guardia civil Carlos Tejada, uno de cuyos amigos íntimos, y también guardia civil, ha sido asesinado presuntamente por una mujer que se encuentra al lado del cadáver. Un cuaderno que aparece al lado del cuerpo, una niña dueña del cuaderno y su maestra, completan el cuadro que todo lo enreda, y en el que se pone de manifiesto que la creencia firme en unas ideas sin más puede llevar a situaciones contradictorias que hagan tambalearse esas mismas ideas.

    Con este libro Rebecca inicia una serie de títulos ambientados en la postguerra española y que tienen como protagonista principal al oficial de la guardia civil Carlos Tejada. Actualmente mantiene una bitácora en la que comenta estos libros, que hace cada día, en que se encuentra trabajando y todas las novedades en torno a su mundo editorial. Los otros títulos de la serie son "Law of return", "The watcher in the Pine" y "The summer snow" (aún no traducidos al castellano).

    Me ha gustado, sobre todo, la imagen que de la Guerra Civil puedan tener personas no vinculadas sentimentalmente con ningún bando. También nos hace reflexionar sobre los convencimientos que muchas veces tenemos, y que nunca nos hemos parado a cuestionar. Puede que el sano ejercicio de empatía nos evite enfrentamientos absurdos. Libro recomendable, aunque, eso si, sin olvidar que es una novela sin pretensiones históricas.

    Una cosa más, he elegido la portada de la versión inglesa del libro para encabezar este comentario porque me parece de lo más acertada para concentrar en una imagen todo lo que el libro contiene su interior. También diré que la portada de la versión castellana es de lo más desafortunada, aunque para gustos, los colores.