jueves, 28 de julio de 2011

La insoportable levedad del ser

Posiblemente este sea el mejor libro de Milan Kundera, y quien no esté de acuerdo conmigo, al menos si me dará la razón al afirmar que este es el más conocido y el que lo congrasó como escritor de masas. El libro se publicó en 1984, siendo su quinta novela (aunque ya había escrito otros libros de relatos cortos, ensayos, teatro y poesía). La película del mismo nombre dirigida por y protagonizada por unos jovencitos Juliette Binoche y Daniel Day-Lewis también contribuyó a dar a conocer la novela.

En La insoportable levedad del ser se narra la historia de dos hombres y dos mujeres. Cada uno con su identidad, con su forma de ver la vida, con sus virtudes y sus defectos. Estas vidas se entremezclan para crear unas relaciones complejas. Y todo se ve agravado por la situación política que se vive en Europa, y concretamente en Polonia, tras la Segunda Guerra Mundial (nunca me ha gustado poner el nombre de las guerras con mayúscula, pero puede servir de homenaje a todos lo muertos que en ellas sucumbieron al poder de unos cuantos). 


De forma resumida la radigrafía de cada personaje puede ser ésta:


Primero está Tomás, que ama a Teresa, pero no puede prescindir de sus encuentros sexuales esporádicos con otras mujeres. El nuevo régimen de su país lo relega de cirujano famoso a limpiacristales. Tiene claro que siempre estará junto a la mujer que ama a pesar de sus escarceos.



Teresa es una mujer poco cultivada que trabajaba de camarera hasta que conoció a Tomás. Se hizo fotógrafa sin mucho éxito y vive con la eterna obsesión de poder disfrutar de su marido ella sola, sin compartirlo con otras mujeres. Esa obsesión la lleva a querer vivir lo más aislada posible del resto del mundo, arrastrando con ella a Tomás en este empeño.


Sabina es una de las mujeres-amantes recurrentes en la vida de Tomás. Es culta y liberal, pintora de profesión y dueña de su vida. Comienza una relación con Franz por despecho de Tomás, hasta que finalmente lo abandona sin darle ninguna explicación y se va a vivir a Francia.



Finalmente Franz es un marido aburrido de la existencia que lleva que ve en Sabina la posibilidad de darle a su vida la emoción que ya no encuentra en su matrimonio.
 
Este libro es profundo y complicado, donde las relaciones humanas son extirpadas hasta el infinito. Para su lectura se necesita un estado de ánimo apropiado para poder asimilar todo lo que el autor nos cuenta y, sobre todo, aquello que el autor sólo esboza y deja a nuestra imaginación. Todo un clásico, vamos.