FUENTE DE SABIDURÍA INAGOTABLE, EL CÉLEBRE PERSONAJE CREADO POR QUINO NOS HA REGALADO FRASES IMPRESCINDIBLES PARA LA VIDA DIARIA.
Seguro que han dicho eso de "Paren el mundo, que me quiero bajar" en más de una ocasión. La frase salió por primera vez de la boca de Mafalda, la niña filósofa con aversión a la sopa más famosa del mundo. O más bien de la pluma de su padre, Quino. Aprovechando que el dibujante y humorista argentino ha sido galardonado este miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2014, con sumo placer buceamos en todas esas perlas cargadas de lucidez, verdad y sentido común que nos ha regalado a través de Mafalda, para destacar un puñado de ellas que cualquier persona moderna debería aplicar sin reparos en su día a día.
Sin duda, lo primero que aconsejamos copiar de la cría es su mismo espíritu (¿hemos dicho cría? Ya no tanto: este año celebra su 50 aniversario). El jurado de los premios la ha definido como un ser "inteligente, irónico, inconformista, contestatario y sensible, que percibe la complejidad del mundo desde la sencillez de los ojos infantiles". Aquí van una decena de sus principios ineludibles:
1.- Deja de instalarte en los recuerdos y mira con energía al presente y el futuro, porque lo mejor está por llegar siempre. O como diría Mafalda: "No es cierto que todo tiempo pasado fue mejor. Lo que pasaba era que los que estaban peor todavía no se habían dado cuenta".
2.- "Como siempre: lo urgente no deja tiempo para lo importante". Una máxima perfecta para darse cuenta de dónde debes poner tus esfuerzos y tiempo en este mundo hiperconectado y estresado en el que vivimos hoy.
3.- La actitud positiva lo es todo, hasta para dar en las narices a los demás: "Comienza el día con una sonrisa y verás lo divertido que es ir por ahí desentonando con todo el mundo". Y por si te quedan dudas, otra frase esta vez de Miguelito: "Yo, lo que quiero que me salga bien es la vida".
4.- Eres único. Recuérdalo. "Dicen que el hombre es un animal de costumbres, más bien de costumbre el hombre es un animal".
5.- Eso sí, también hay que ser humildes y sinceros. "Admitir que se está equivocado es el harakiri del orgullo".
6.- No dejes que los demás, la situación económica o la desidia decidan por ti porque... "Sería lindo despertar un día y encontrarse con que la vida de uno depende de uno".
7.- ¿Fashion victims? Hasta cierto punto, pero no como para eclipsar lo que eres. "¿No será acaso que esta vida moderna está teniendo más de moderna que de vida?".
8.- Conserva y mira de vez en cuando al niño que llevas dentro. No hay que ponerse siempre el bigote. Y ve quemando etapas. "La vida no debería despojarlo a uno de la niñez sin antes darle un buen puesto en la juventud".
9.- ¿Quién dijo crisis de los 40? "La vida empieza a los cuarenta (lee en un periódico). ¿Y entonces para qué cuernos nos hacen venir con tanta anticipación?".
10.- Sé fiel a tus principios. "A medio mundo le gustan los perros, y hasta el día de hoy nadie sabe qué quiere decir guau", le dice Manolito cuando éste critica que le gustan los Beatles si ni siquiera entiende lo que dicen.
Joaquín Salvador Lavado, "Quino" (Ciudad de Mendoza, Argentina en 1963) ha obtenido el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. El jurado, que dudó hasta el último momento entre tres candidatos, ha destacado el valor educativo y la dimensión universal de su obra. Además, considera que "los lúcidos mensajes de la famosa tira cómica siguen vigente por combinar con sabiduría la simplicidad en el trazo del dibujo con la profundidad de pensamiento".
Quino comenzó su carrera desde bien abajo. "El día que publiqué mi primera página -dijo un día- pasé el momento más feliz de mi vida". Años de penurias económicas, de vagabundeo por editoriales con sus dibujos bajo el brazo, tuvieron que pasar para que publicase su primer dibujo. Ocurrió en 1954. Antes, este argentino de la región andina de Mendoza, había ido alimentando su sueño en privado, garabateando los mismos papeles una y otra vez, hasta que, con dieciocho años, puedo al fin emigrar a Buenos Aires. Allí empezó a publicar y alcanzó la popularidad. Su situación económica, precaria hasta los cincuenta, mejoró y, poco a poco, en revistas y publicaciones periódicas fue creando fama, ganando lectores.