sábado, 23 de abril de 2022

AZUCRE

 "Para quien no cree en el infierno, morir puede ser un alivio".


Galicia, 1853. El invierno más lluvioso de la historia ha destrozado las cosechas y una epidemia de cólera empieza a hacer estragos entre la población. Orestes, el Tísico, el Rañeta y Trasdelrío, el Comido, Tomás el de Coruña y muchos otros rapaces que anhelan un futuro mejor para ellos y sus plantaciones de caña de azúcar. Pero ese viaje les tiene reservados un calvario que sus cándidas mentes jamás habrían sido capaces de imaginar.

Azucre es el relato novelado de la auténtica historia de mil setecientos jóvenes que viajaron a Cuba para trabajar y terminaron vendidos como esclavos por obra de Urbano Feijóo de Sotomayor, un gallego afincado en la isla que , aprovechando la situación de necesidad de sus compatriotas, promovió una campaña de colonización blanca y sustitución de la mano de obra llevada desde África.

Estas páginas estremecedoramente hermosas, hipnóticas y evocadoras, alejadas de informes oficiales y fríos análisis, dan voz a los silenciados de este terrible suceso que en su momento constituyó un auténtico escándalo y que la memoria no puede ignorar.

Orestes Veiga, uno de los protagonistas de la novela, decide emigrar a Cuba en de una vida mejor. A finales del siglo XIX Galicia está acosada por el hambre, la enfermedad, la penuria y la única salida para los jóvenes de la época es viajar al nuevo mundo para conseguir condiciones laborales dignas, de las que carecen en su tierra natal.

Orestes Veiga no existió, sino que es un personaje de ficción creado por la escritora. Pero es precisamente esa no existencia histórica la que lo convierte en un sujeto trascendente, prototípico, que encarna todos los reveses que acuciarán a los jóvenes migrantes, ilusionados e ilusos a partes iguales, cuyo romanticismo es arrojado por la borda desde el mismo momento en el que el barco que cruzará el océano pliega velas en busca de vientos propicios. Y es que, tal y como reza el refrán cubano citado en la novela, "con sangre se hace el azúcar".

Urbano Feijóo de Sotomahyor, también gallego, empresario y traficante de esclavos afincado en la isla, tiene una feliz idea: reducir los costes laborales de la mano de obra procedente de los jornaleros africanos sustituyéndolos por compatriotas en su empresa azucarera. El experimento de Feijóo se convertirá en un auténtico crimen. Buena parte de los 1700 jóvenes arribados a la isla, fallecen en sus instalaciones. Y cuando quiebra la empresa del despiadado empresario, quien sí que existió, el resto de la mano obra es cedida a otras empresas que les impondrán jornadas draconianas, aún más intensas y perentorias que las precedentes.

Azucre, podría resumirse como, un viaje al horror, y tan bien contado que no quieres abandonarlo. Un viaje hipnótico, evocador, que recupera un pasado oscuro de nuestra historia, y que nos introduce de lleno en el terrorífico mundo de los imperialismos y las conquistas territoriales decimonónicas. Se trata pues, de un infierno como el de Dante, o como el de El corazón de las tinieblas, que te dejará sin respiración y que devorarás de principio a fin de una tacada (o al menos eso me sucedió a mí).

Bibiana Candia, autora de Azucre

Azucre es la primera incursión en la novela de la coruñesa Bibiana Candia, editada por Pepitas de Calabaza (una editorial con menos proyección que un Cinexim) Como poeta ha publicado La rueda del hámster (2012) y Los trapecistas no tenemos novio (2016) y como cuentista la colección de relatos El pie de Kafka (2016). Colabora habitualmente con Jot Down, Letras Libres y The Objetive.

Nunca, de Ken Follet

Cuando me documentaba para La caída de los gigantes, me impactó darme cuenta de que la Primera Guerra Mundial fue una guerra que nadie quería.[...]
Llegué a creer que todo fue un trágico accidente.

Y me pregunté: ¿podría volver a ocurrir?

Ken Follet


Era este uno de los libros propuestos para leer en este año 2022, recogido en nuestras recomendaciones de fin de año. Y poco hacía pensar por aquel lejano diciembre que el libro se iba a convertir en una premonición de lo que, esperemos, no vaya a ocurrir con la guerra entre Ucrania y Rusia. Siempre hay un loco provocador, egocéntrico y sin la más mínima empatía por el resto de seres humanos a la cabeza de un país que dirige de manera dictatorial. En la ficción es el lider supremo de Corea del Norte, en la realidad es ese ser frío y malévolo llamado Vladimir Putin. En cualquier caso son miles o millones de personas las que sufren esos ataques de egocentrismo. Siempre me cabe la duda de que tal vez la Humanidad en su conjunto debería disponer de dispositivos para eliminar de la faz de la tierra a este tipo de personajes que perjudican a tantos seres humanos. Sería algo así como una autoprotección de la especie humana. Desde luego él no es más importante que ninguno de los que sufren las consecuencias de esta terrible guerra de invasión.

Centrándonos en el libro, se trata de diversas historias entrelazadas en las que cada una va a desembocar en una posible guerra nuclear, que nadie quiere pero que poco a poco parece inevitable. Cada historia está llena de suspense y emoción, como solo Ken Follet sabe imprimir a sus narraciones. 

Una de las historias la tenemos centrada en varios espías de los servicios secretos de Francia y EEUU afincados en el Chad, para luchar contra el yihadismo islámico. Una agente de la CIA llamada Tamara, un agente del servicio secreto francés, Tab, y un agente infiltardo como vendedor de tabaco mulsumán que inicia un peligroso viaje con inmigrantes ilegales, intentan acabar con las redes de financiación de la EGSA.

Otra de las historias sigue a la presidenta de los EEUU, Pauline Green en la ficción, combinando magníficamente su vida personal, en la que está su marido infiel y su única hija adolescente, con su vida profesional como presidenta de la nación más poderosa del mundo. De ella depende la decisión de activar las armas nucleares que posee el país, lo que significa aniquilar a gran parte de la población humana.


Seguimos también los devenires del jefe de la oficina de los servicios secretos espías chinos, casado con una popular actriz de culebrones e hijo de una de las mayores autoridades del partido comunista. Chang Kai representa la nueva ola de políticos chinos, más occidentalizados y convencidos de evitar las guerras a toda costa. Sufrirá los ataques de los antiguos líderes chinos donde el honor está por encima de todo, hasta de evitar una guerra nuclear.

Todos luchan desde sus posiciones e intereses y con sus propios medios para evitar el mayor mal que amenaza hoy en día a la Humanidad, la guerra nuclear (tal vez el calentamiento global sea la mayor amenaza, y puede que irreversible, pero de esta amenaza parece que no nos damos cuenta). Es una novela muy dinámica y que se lee con facilidad. Esta llena de intriga y giros inésperados de guión. Engancha desde las primeras frases y a pesar de sus más de 800 páginas no se hace pesada en ningún momento.