lunes, 23 de abril de 2007

Historia del rey transparente





Rosa Montero vuelve con una novela distinta a las que nos tenía acostumbrados. Para mi gusto, Rosa era demasiado sentimental, demasiado metida en el papel de mujer a la que le pasan cosas que son más entendibles por otra mujer que por un hombre (y con este comentario no quiero pecar de machista, así que espero se me perdone el desliz).


Pero en este caso nos adentra con maestría y conocimientos en la Edad Media. Crea unos personajes y un ambiente medieval perfectamente creíble. Además por la estructura de la historia recorre todos los estamentos sociales de esa sociedad dura y difícil, donde vivir un día más si que debía ser un premio y un logro considerable. La protagonista es una mujer, pero que se hace pasar por un hombre con el único fin de sobrevivir en un principio, y medrar más adelante.

Rosa juega con esa doble vertiente, mujer que se hace pasar por caballero, que lucha, guerrea, combate a caballo con la lanza y a pie con la espada, que se convierte en soldado de fortuna y, por supuesto, con el contrapunto de la amiga bruja que la acompaña inseparablemente y que permanece rodeada de un halo de misterio y sabiduría que ni siquiera se desvela al final.


Rosa consigue emocionarnos por momentos, enternecernos en muchos, enrabietarnos en tantos otros y no dejarnos indiferentes, prácticamente, en ni una sola de las palabras del libro. La suya es una prosa profunda, descriptiva tanto de paisajes como de sentimientos, cautivadora y estimulante.


La historia se hace amena y divertida, y, por buscarle algún pero, tal vez el final se estira demasiado artificialmente. Pierde intensidad y dinamismo en las últimas páginas, pero no por ello deja de ser un libro que desde aquí recomiendo.



Technorati Tags: