lunes, 18 de abril de 2016

EL REGALO

".-Si hoy fuera tu último día, ¿qué estarías haciendo?"
".-Aquí, sin duda, aquí- le contesté"


"El regalo", la tercera novela del escritor Eloy Moreno, es una novela de relaciones humanas, de despertar, de historias reales y gente extraordinaria. Su literatura se basa en esas historias que él sale a buscar a la calle y que la mayoría de las veces encuentra por casualidad. 

La educación, esa gran olvidada, es uno de los temas que se trata en esta novela y ocupa un lugar destacado. En el colegio de la Isla -donde se desarrolla parte de la novela- los niños tienen una educación diferente a la que habitualmente conocemos, por ejemplo los primeros auxilios son una asignatura fundamental, como lo es la asignatura de Finanzas..."-¿Te has dado cuenta de que todos querían preguntar, de que todos levantaban la mano?" Todo eso se pierde cuando crecemos, conforme nos hacemos "adultos" nos va invadiendo la vergüenza. Un niño no tiene vergüenza a decir la pregunta más absurda, o más interesante, les da igual, ellos solo quieren expresarse, no les importa nada lo que digan los demás. Es la edad quien trae ese sentimiento de ridículo. Me he dado cuenta de que cuanto más adulta me hago más aprendo de los niños..." (pág. 264)

La crítica social es otro tema muy presente en este libro. Ahora que lo periódicos están cada vez más alejados del sentir popular, la literatura está cogiendo el relevo de la crítica social..."La vida está llena de personas valientes: la primera mujer que decidió divorciarse de su marido porque no lo aguantaba; la primera persona negra que se atrevió a ir en un autobús solo para blancos; los primeros padres que, en un pueblo pequeño, decidieron no bautizar a su hijo a pesar de todos los comentarios absurdos que tendrían que soportar,... Personas valientes, pioneros, que nos han hecho la vida más fácil a los demás, a los cómodos, a todos esos que..." (pág. 95)

Todos vivimos la misma vida, muy estandarizada, marcada. Para Eloy Moreno, la vida de hoy en día es muy parecida para todas las personas. Hasta lo que se creen diferentes, resulta que no lo son tanto. Nadie se atreve a hacer cosas nuevas y, parece, que los pocos que hay viven en la Isla de su novela, un paraje que podría estar en cualquier lugar del mundo, pero que el autor no menciona su ubicación..."Tras acabar la carrera y probar en pequeños empleos temporales, por fin encuentras uno en el que el sueldo no está mal y te ofrece una estabilidad. Durante ese tiempo lo que jamás se te pasa por la cabeza es generar tú mismo tu propio empleo, intentar dedicarte a lo que realmente te gusta, darle una oportunidad a lo que te hace feliz" (pág. 163)


El autor no ha puesto nombre a ningún lugar ni a ninguna persona. "Ha sido todo un reto. A veces, los nombres despistan, baste fijarse en las novelas nórdicas con esos nombres tan complicados, es mejor describirlos por lo que hacen", nos descubre Eloy Moreno. También revela que no tiene ningún autor de cabecera y que lee por igual ciencia ficción que historia o novela negra.

"El regalo" ha sido calificada como novela negra, y aunque no lo es en mi opinión, sí tiene algunos de sus elementos: suspense, policías corruptos, robos, etc. Es una novela que al principio descoloca y al final, también; todo está muy unido y cuando termina la novela todas las piezas del rompecabezas encajan. Agrega el propio autor: "lo que a mí me gusta hacer es que el lector piense. Me gusta jugar con él, pero nunca engañarle". Y al menos en mi caso particular, lo ha conseguido.

Una novela que me ha dejado fascinado, que hace pensar al lector y consigue que reflexiones sobe muchas cuestiones de la vida que damos como ciertas por venir "preestablecidas" desde siempre. Que invita a arriesgar, a salir de esa zona de confort en la que todos nos sentimos seguros... "Pero no es culpa tuya. Desde pequeños se encargan de quitarnos la libertad, de ir marcando nuestro camino. Empiezan ya por el colegio, con una educación totalmente obsoleta, una educación en la que tratan a todos los niños por igual, sin distinción, en la que lo único que les interesa es que los niños acumulen conocimientos que olvidarán a los pocos días, en lugar de dedicarse a desarrollar la imaginación de cada uno. Un sistema educativo en el que el profesor habla mucho y escucha poco. Un sistema educativo que ha olvidado que nadie aprende a nadar con clases teóricas.
Un sistema educativo heredado de cuando tenían que preparar a la gente para ser trabajadores de grandes fábricas. Por eso, si te fijas, el colegio no es más que el ensayo de lo que después será una jornada laboral. Si eres capaz de doblegar a un niño para que esté sentado sus ochos horas al día -con media hora de descanso-, conseguirás a un adulto preparado para estar ocho horas trabajando -con media hora de descanso-. Nos preparan desde pequeños para ser carne de multinacional.
Saben que si nos hacen trabajar ocho, nueve, diez horas al día, cuando lleguemos a casa ya no nos quedarán fuerzas para perseguir nuestros sueños. Saben que cuando lleguemos a casa no tendremos fuerzas ni para cocinar -y así venderán más productos preparados-, ni para leer un libro -y así nos engancharán a una televisión cuya misión final no es entretener, sino que compremos productos -, ni para contarles un miserable cuento a nuestros hijos... en lugar de eso los colocaremos junto a nosotros, en el sofá, frente a la tele... para que, de mayores, sean también carne de empresa.
Y claro, en esa carrera de la rata, nadie se pondrá a pensar que si todas esas horas diarias que dedicamos a trabajar para otros los hiciéramos para nosotros mismos, seguramente casi todos podríamos vivir perfectamente de nuestros sueños" (pág. 433)

Es por tanto, este libro, un regalo para el lector, un regalo para aquellos que creen que la vida no es una fotocopia del vecino, del amigo, del compañero de trabajo. La vida tiene que ser algo más y hay que comenzar por vivirla, justo como lo hace este autor que no deja de sorprender, y que no se parece a ningún otro, ni tan siquiera se parece a alguno de sus personajes.


"El regalo" fue mi regalo, 1.200 gracias...