Ante la pregunta que muchas veces nos hemos hecho de por qué un escritor tiene éxito y vende, y muchos otros lo intentan y no lo consiguen, la respuesta es que unos son genios de las palabras y otros no tiene ese don.
Esto es lo que le ocurre a Antonio Muñoz Molina, escritor consagrado, que a mi vuelve a sorprederme con este libro El viento de la Luna. Y me ha sorprendido por dos motivos:
- En primer lugar por su estilo narrativo. Apenas hay diálogos en el libro. Una primera ojeada nos hace ver páginas llenas de parráfos, unos detrás de otros, con algún punto y aparte y poco más. Si comparamos esto con otros libros de gran éxito, tipo Código Da Vinci y demás best-sellers, donde uno encuentra diálogos inacabables y sólo algún párrafo descriptivo, nos hace pensar en una primera aproximación a lo que puede ser un escritor genial. Aunque es cierto que estos libros "dialogados" son más fáciles de leer, no requieren ninguna concentración y si lees pensando en las musarañas, ni siquiera pieredes el hilo de la trama (vamos, como las telenovelas, que piereds un par de capítulos y no has perdido nada de la trama principal). Pero que llegue a más gente no quiere decir mejor.
- En segundo lugar me ha fascinado la historia. Por sencilla, entrañable y por querer reconocer mucho de autobiográfico en ella. Es sencillamente genial el paralelismo que establece entre la llegada del hombre a la Luna y la cotidineidad monótona del pueblo de Mágina. Por un lado la cumbre del conocimiento y la conquista del ser humano, y por otra, la preocupación ancestral por el cultivo de la tierra y la bonanza de la cosecha. En medio de este abismo, un chico de pueblo con ansias de saber y rodeado de incredulidad e incultura, rodeado de gentes aferradas a las tradiciones más absurdas y ajenas al progreso del mundo.
Una delicia de libro que recomiendo desde esta página.