"Odio el tenis, lo detesto con una oscura y secreta pasión, y sin embargo, sigo jugando porque no tengo alternativa. Y ese abismo, esa contradicción entre lo que quiero hacer y lo que de hecho hago, es la esencia de mi vida" (Andre Agassi)
Las memorias de Andre Agassi están escritas por él mismo en colaboración con el premio Pulitzer J.R. Moehringer, quien estuvo conviviendo con Agassi a lo largo de tres años. Se trata de un libro magistral, alejado de esas biografías de deportistas que suelen poblar las estanterías de librerías y que a la hora de leerlas no ofrecen nada más allá. El objetivo de este libro no es encumbrar al tenista a los altares de la historia del tenis. Al contrario, por momentos algunas de sus páginas se acercan más a un espectáculo de flagelación y escarnio público que a un cantar de gesta. Él mismo ha calificado sus memorias como "un colosal accidente de tráfico visto desde distintas perspectivas". Como el que se sienta en un diván, Agassi usa las páginas de sus memorias para mostrar las pesadillas que le han acompañado toda su vida: las ansiedades, los miedos y las obsesiones que conviven como fantasmas en el día a día de un tenista fabricado por un padre autoritario y obsesionado con convertir a su hijo en el número uno del tenis mundial (por este motivo también me parece una lectura sensacional para todo aquel que esté interesado en la educación en valores en el deporte).
Andre es el producto de sus inseguridades, un tipo que va de duro en público, saltándose los protocolos, negándose a vestir de blanco en Wimbledon, pero que en realidad, y gracias a este libro, podemos comprobar que no es más que un niño al que nadie le ha enseñado cómo crecer.
"El odio me pone de rodillas, el amor me pone de pie"
A él tan solo le dijero que su revés cruzado le haría millonario, que no se preocupara de nada más. Conmueve leer pasajes en los que Agassi relata su pavor a enfrentarse a todo lo que le rodea, incluso a enfrentarse al peor rival que conoce: él mismo. A medida que se va avanzando en la lectura de este libro, los interrogantes se suceden ante el carrusel de confesiones que va dejando por el camino el protagonista, confesiones, que al menos en mi caso, no dejaron de sorprenderme y hacer aún más interesante su lectura, y es que no puedes dejar de ponerte en la piel de Agassi y descubrir página a página que detrás del mejor jugador de tenis del mundo se halla un mar de dudas, preguntas sin respuesta y una vida totalmente vacía.
Siendo yo un crío, recuerdo ver partidos de Agassi por la televisión, y en ocasiones había comportamientos del propio tenista que no entendía en absoluto. Tampoco podía comprender porque en algunos torneos demostraba se el mejor jugador de tenis del momento y en otros, sin embargo, no pasaba de ser un jugador totalmente vulgar. Y tras leer Open, he llegado a entender que el juego de Agassi en la pista era el reflejo más fiel de su personalidad fuera de ella.
Siendo yo un crío, recuerdo ver partidos de Agassi por la televisión, y en ocasiones había comportamientos del propio tenista que no entendía en absoluto. Tampoco podía comprender porque en algunos torneos demostraba se el mejor jugador de tenis del momento y en otros, sin embargo, no pasaba de ser un jugador totalmente vulgar. Y tras leer Open, he llegado a entender que el juego de Agassi en la pista era el reflejo más fiel de su personalidad fuera de ella.
"Bien, todos sabemos quién fui y lo que gané: los cuatro Grand Slam, la Copa Davis e incluso una medalla olímpica en Atlanta. Pero nadie sabe lo que pasaba por mi cabeza. Bienvenidos al infierno"
Este libro es una invitación a pasar unos días (lo que dure la lectura) por el interior de su cabeza. Del mismo modo que se puede disfrutar del libro de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte sin saber nada sobre toros, o de la brutal historia de Robert Enke pese a aborrecer el fútbol, Open es un libro para todo tipo de lector, independientemente del grado de relación que se mantenga con el tenis. En el New York Times, de hecho, se refierieron muy acertadamente a estas memorias como: "la biografía menos deportiva escrita por un deportista". El tenis no es más que el vehículo que transporta al lector a lo largo de cuatrocientas ochenta páginas por los distintos paisajes llenos de contrastes que configuran la compleja personalidad de Andre Agassi. Del desierto de su infancia solitaria en Las Vegas, al esplendor en la hierba de Wimbledon; de los días soleados en la cima de la ATP, a las tormentas de las drogas y las lesiones. Open es la particular escalera de Jacob de Andre Agassi: un continuo descenso a los infiernos seguido de inesperados ascensos a los cielos. Y vuelta a empezar. Una y otra vez. En espiral. Y como paradoja de toda su vida, Andre Agassi nace y se cría en Las Vegas, para tener una vida que es una permanente partida de ruleta, siempre entre la gloria y la perdición.
Todas las opiniones que he podido encontrar en referencia a este libro destacan la mágica lectura que se esconde tras cada una de sus páginas:
"Formidable e hipnótico" (Rosa Montero)
"Inconmensurable" (Albert Espinosa)
"Cuando terminas sientes que amas al protagonista" (Jesús Carrasco)
"La vida es como el tenis, la misma pista en la que sufres tu derrota más severa puede convertirse en el escenario de tu mayor triunfo"
Lean Open. Abran este libro y léanlo. Perdonen la redundancia. Es una verdadera delicia. Gracias a quién me lo regaló, por conocerme tanto...