sábado, 2 de febrero de 2013

Evolución

El autor de este libro, Richard Dawkins, está completamente obsesionado con desmontar las falacias y chorradas que habitualmente utilizan los creacionistas para desmentir la evolución. En este libro no es distinto a otras obras del mismo autor. Y por momentos da la impresión de que este trabajo lo lleva a extremos un tanto desquiciados. Tal vez sería mejor dejarlo correr y que los creacionistas se ahoguen en sus propias creencias y falacias (aunque sorprende la cantidad de seguidores que tiene este movimiento, lo que demuestra que nos queda un largo recorrido evolutivo...).

Pero si echamos un vistazo al poder que estos pseudocientíficos tienen en muchos países y sobre muchos gobiernos (sin ir más lejos en el todopoderoso país yanqui), aterra pensar la cantidad de niños y jóvenes que pueden ser captados y engañados por algo tan falaz y fuera de la ciencia como el creacionismo y el diseño inteligente de la vida sobre la Tierra. Es precisamente ese poder el que justifica, desde mi punto de vista, un ataque tan subido de tono por parte de Richard Dawkins.

En su tono habitual didáctico y con ejemplos claros y comprensibles va demostrando lo absurdo y equivocado de las ideas creacionistas. Nos explica la evolución con lo que tenemos a nuestro alrededor, los seres vivos que nos rodean e incluso nosotros mismos, los seres humanos. Son ejemplos que no ofrecen ninguna duda y fácilmente comprensibles, lo que hacen el libro muy ameno y sumamente interesante.


Sin ir más lejos, la ganadería no es más que una evolución acelerada donde el hombre selecciona los ejemplares que le interesan (las vacas que más leche dan, las gallinas que más ponen, los cerdos con mejor carne,...). Incluso lo llevamos al campo de la estética, así los perros no son más que el resultado de siglos de selección y manipulación por parte del hombre.

No creo que vaya a descubrir a nadie este magnífico divulgador que es Richard Dawkins, pero si puedo animar a leer alguno de sus múltiples libros y ensayos.

P.D.
Hace mucho tiempo (aunque no era ya la prehistoria) descubrí un blog en castellano que trataba temas sobre evolución y ridiculizaba educadamente y feacientemente a la caterba creacionista. En su encabezamiento figuraba una frase que me cautivó: Yo no tuve infancia; tuve prehistoria. Merece mucho la pena darse una vuelta por dicho blog de vez en cuando para estar al día en estos temas. Desde aquí lo recomiendo. Su dirección es http://paleofreak.blogalia.com/