sábado, 1 de septiembre de 2007

Umbral: el más, el mejor


Hoy no toca hacer ningún comentario personal.Es momento de recuerdo y agradecimiento. Escribo literalmente un artículo de Manuel Alcántara para el Diario de Extremadura "Hoy", publicado el 29 de agosto del 2007. Una vez leído, que cada cual saque sus propias conclusiones...
"Ahora que ya no está lo dirán muchos, pero había que decirlo y escribirlo antes, como hicimos Luis María Ansón y yo. Hay a quienes les duele admirar, en la misma medida que a otros nos conforta y nos ensancha el corazón. Umbral era atrabiliario, excesivo, injusto, contradictorio y caprichoso, pero además era Umbral. Se inventó su nombre y hasta parte de su biografía, pero su bibliografía es sólo suya. Naturalmente que sobran cosas, como también sobran en su adorado Gómez de la Serna y Pablo Neruda, pero no falta nada. Segregaba literatura. Sólo creía en la sintaxis, entendida como una de las potencias del alma y en él escribir era como respirar.
-Hay que publicar un libro y 700 artículos cada año- me decía impostando su voz arterial, que se confundía con su propio eco.
-Estás loco, Paco.
Otras veces me contaba que él era como un quinqui vestido por Pierre Cardin. Yo le decía que no, que era como un Pierre Cardin vestido por un quinqui. Cuando le conocí, allá por el Antiguo Testamento, en Valladolid, bajo la sombra tutelar de Miguel Delibes, era un muchacho muy normalito. Aún no había compuesto su personaje, ni exhibía una penosa melena, ni había adquirido una bufanda roja que iba para pasarela de desfile de modelos, pero ya escribía prodigiosamente, inconfundiblemente, y estaba acompañado por una mujer, María España, de imposible sustitución. La verdad es que siempre fue Paco Umbral, acarreando su irreparable infancia y escribiendo hasta por los codos. Luego vino lo de su hijo, aquel niño "se anticipó al alba", y los optalidones mezcaldos con whisky (por separado, Paco, le decía yo, y nunca en el desayuno). En la Real Academia creyeron algunos, educadamente, que el talento es contagioso. Ahora ya no está."
"Vivir, a cierta edad, es una lata. Y un luto". Manuel Alcántara.
Sirva como pequeño homenaje a Paco Umbral y descanse en paz.