Éste es el segundo libro que leo del autor japonés Haruki Murakami, pero nada tiene que ver con aquel primero De que hablo cuando hablo de correr.
Tokio Blues, subtitulada como Norwegian Wood, como la canción de los Beatles, es considerada su obra maestra, el libro que le catapultó a la fama internacional. Se tarta de una historía romántica de un joven adolescente que se debate entre el amor de dos chicas. Si la historia no fuera más allá no dejaría de ser una buena novela juvenil. Pero en Japón los sentimientos se viven y se demuestran de una forma muy diferente a la occidental. Para mí, es ahí donde radica el verdadero interés de la obra. Todo es más sobrio, pero no por ello menos apasionado que un romance entre jóvenes, pongamos por ejemplo, italianos.
Todo comienza cuando Watanabe, protagonista de la historia, pierde a su mejor amigo a causa del suicidio de éste. Con el paso del tiempo, empieza a quedar con la novia de él, Naoko, para recordarlo. El roce entre ambos y los largos paseos que comparten se convierte pronto en amor. Aunque un amor extraño, distante, intermitente. Al final desemboca en el ingreso en un centro de salud mental de Naoko a causa de inestabilidad emocional.
Watanabe la visita a veces, pero mientras tanto sigue su vida de universitario en Tokio. En ella se producen encuentros sexuales esporádicos con chicas que conoce una sola noche. Hasta que la clase de teatro clásico le trae a una chica llena de vitalidad y alegría, la hermosa Midori. Con ella comienza una relación de amistad y complicidad en la que a veces se entremezcla cierto deseo sexual por parte de ella.
Watanabe se debate entre una y otra relación hasta que los acontecimientos se precipitan de una forma dramática y la vida discurre por caminos insospechados.
El complemento ideal al libro es la película de Tran Anh Hung, "Tokio Blues (Norwegian Wood)", que no ha recibido por parte de la crítica el reconocimiento que creo se merecía. En ella podemos situar en el entorno correcto las situaciones que se describen en el libro. La música, que tiene gran importancia en el libro, adquiere en la película el protagonismo tan importante que Murakami quiso imprimir en el libro.