miércoles, 9 de febrero de 2011

El último Dickens

Mattew Pearl ya nos había sorprendido con dos grandes novelas ambientadas en el siglo XVIII en la sociedad americana, El club Dante y La sombra de Poe, que conoce a la perfección y en cuyos entresijos se mueve con gran soltura. Sus diálogos son ágiles y sus descripciones precisas.

En esta ocasión nos deleita con la historia del último viaje de Charles Dickens a Estados Unidos. Era habitual que los escritores de éxito, tanto nacionales como extranjeros, recorrieran el país haciendo lecturas públicas de sus textos en teatros e iglesias, lo que tenía un doble objetivo: promocionar sus novelas y darse un baño de multitudes. En el caso de Charles Dickens estas convocatorias tenían una más que notable aceptación.

A su vuelta a Inglaterra, y con su salud notablemente mermada, deja inacabada su última novela "La extraordinaria historia de Edwin Dropp". Es entonces cuando comienza una lucha a muerte entre diversos editores y benefactores del escritor por averiguar si el manuscrito que contiene el final de la historia se esconde en algún lugar o cómo el propio Charles Dickens pensaba acabarla.

En esta desenfrenada carrera interviene sus editores americanos, la competencia, editores ingleses, amigos y los propios familiares del autor. Así la acción se desarrolla entre Boston y Londres, más concretamente en Gadshill, donde el escritor tenía su residencia. Cualquier pista, cualquier indicio, supone aproximarse al desenlace del fenómeno literario del momento.

No falta, por supuesto, una casta historia de amor entre el brillante y joven editor americano y su secretaria, una chica divorciada, con todo lo que ello supone en la sociedad de la época. Ambos viajarán en barco hasta Inglaterra, lo que les permitirá acercarse y conocerse mejor.

Mathew Pearl
Casi todos los personajes de la historia son reales, por lo que la novela supone adentrarse de lleno en la vida del insigne Dickens, conocer su entorno, sus costumbres, sus manías, y la forma en que encaraba cada nueva novela.

Charles Dickens