domingo, 30 de octubre de 2011

La soledad de los números primos

Parece que el pasado verano estaba destinado a los libros de amores imposibles. De personajes que se buscan a través del tiempo, el espacio y las vicisitudes de la vida, pero que al final acaban por no encontrarse. O su reencuentro no es el esperado y aparece cargado de silencios, de dudas y de desilusiones. 

Así pues, después de leer Tokio Blues de Haruki Murakami, le tocaba el turno al superventas que ha hecho famoso a un desconocido (al menos para el público español) Paolo Giordono y su exitoso La soledad de los números primos. Ha protagonizado las listas de venta en toda Europa, el título habla de números primos y su autor es físico, así que había que leerlo.

¿Qué podemos encontrar en este libro? Dos seres especiales, especiales en el mejor sentido de la palabra. Dos seres que la vida une por circunstancias del azar. Dos seres marcados por experiencias trágicas. Dos seres solitarios, como los números primos, números solitarios, números que no comparten nada con ningún otro número. Números condenados a no encontrarse, ya que un número par siempre se interpondrá entre ellos (3 y 5, 11 y 13, 17 y 19, así hasta el infinito). Ellos son Mattia y Alice. Él matemático, ella fotógrafa, cuyas vidas recorreremos por las páginas del libro desde su infancia marcada por trágicos sucesos hasta su edad adulta, no exenta de acontecimientos inolvidables.

Puede que esto sea no decir nada sobre el libro. O puede que sea decirlo todo. En cualquier caso el libro es delicado sin ser meloso. Es duro sin ser melodramático. Es triste lo justo para no dejarnos sumidos en una depresión post-lectura. Los tiempos están muy bien medidos. Hay mucho espacio para las reflexiones del lector. Es un libro que deja imaginar otra historia, soñar otros suecsos, pensar en otro final.