No se puede descubrir a estas alturas a un escritor consagrado como Ignacio Martínez de Pisón. Sin embargo en los últimos tiempos ha centrado su carrera literaria en libros basados en hechos ocurridos en la guerra civil española y en los siguientes años de la posguerra. Y es precisamente en este periodo donde se sitúa la novela Dientes de leche.
En ella se narra la historia de un voluntario italiano que viene a luchar a la guerra de España al lado de los nacionales con el único objeto de ganar algo de dinero y ver mundo, aunque sea a través de los dramáticos acontecimientos que suponen una guerra. Una vez aquí se enamora de una enfermera que lo cuida durante una convalecencia y de esta manera abandona su vida en Italia, incluida su familia, para establecerse con una realidad completamente diferente, en principio, en España. Con su mujer española tiene tres hijos y más adelante será abuelo.
A partir de este inicio argumental, lo que debería haberse convertido en una vida completamente normal y llena de dicha y prosperidad, se complica tremendamente con el devenir del tiempo y llega a convertirse en una verdadera farsa, como la que representan los adeptos al antiguo régimen dictatorial año tras año en el Valle de los Caídos y de la que por supuesto participa el protagonista Raffaele Cameroni.
Después de muchas páginas de devenires familiares, la genialidad de este autor y de esta obra se basa en conseguir hacerte leer todo el libro para estremecerte en la última página donde afloran todos los sentimientos y resquemores que se han ido forjando a lo largo de los varios centenares de páginas de que consta la novela. Hay que leerla toda para disfrutar inmensamente de los últimos párrafos, de la conclusión, del desenlace.
En ella se narra la historia de un voluntario italiano que viene a luchar a la guerra de España al lado de los nacionales con el único objeto de ganar algo de dinero y ver mundo, aunque sea a través de los dramáticos acontecimientos que suponen una guerra. Una vez aquí se enamora de una enfermera que lo cuida durante una convalecencia y de esta manera abandona su vida en Italia, incluida su familia, para establecerse con una realidad completamente diferente, en principio, en España. Con su mujer española tiene tres hijos y más adelante será abuelo.
A partir de este inicio argumental, lo que debería haberse convertido en una vida completamente normal y llena de dicha y prosperidad, se complica tremendamente con el devenir del tiempo y llega a convertirse en una verdadera farsa, como la que representan los adeptos al antiguo régimen dictatorial año tras año en el Valle de los Caídos y de la que por supuesto participa el protagonista Raffaele Cameroni.
Después de muchas páginas de devenires familiares, la genialidad de este autor y de esta obra se basa en conseguir hacerte leer todo el libro para estremecerte en la última página donde afloran todos los sentimientos y resquemores que se han ido forjando a lo largo de los varios centenares de páginas de que consta la novela. Hay que leerla toda para disfrutar inmensamente de los últimos párrafos, de la conclusión, del desenlace.