No acabo de tener claro si es mejor visitar Nueva York antes de leer el libro o visitar la ciudad una vez leído el libro. Es una sensación parecida a la siempre presente pregunta de qué es mejor ver la película primero o leer el libro. Yo primero visité la ciudad y ahora me queda un regusto amargo de no poder buscar todos los lugares que se mencionan en el libro: la librería de Harry, el restaurante de la adorable Marina, la casa de Tom y la de su tío, la casa de la Bella y Perfecta Madre y tantos y tantos lugares que aparecen como rincones extraordinarios en el libro.
Aunque también es cierto que habiendo estado allí antes de leerlo la composición del lugar donde ocurren los hechos es más sencilla. Pero la vida es como es, y desde luego cuando el autor habla de la séptima avenida, de la calle 1, de Central Park, pues bueno, me puedo situar sin muchos problemas.
Centrándonos en el argumento del libro, es esta una historia corriente, de gente corriente que se ven envueltas en situaciones corrientes. ¿Qué tiene, por tanto, de especial? Desde luego la manera de contarla, de hacerla sentir al lector, de identificarlo permanentemente con los personajes, con sus penas y alegrías, con sus éxitos y sus desgracias. Básicamente se trata de un jubilado deshauciado por un cáncer y recién separado de su insoportable esposa que se reencuentra con su sobrino en Nueva York. Cuando lo hacía triunfando en los ámbitos universitarios estadounidenses, aparece por casualidad trabajando en una libreria y catalogando libros antiguos.
Ese mutuo fracaso de ambos, uno en su vida personal y el otro en su vida profesional, los une y los lleva a vivir una serie de situaciones donde se entremezclan el dueño de la libreria, personaje típico del ambiente neoyorquino, su sobrina la hermana de Tom y su adorable hija pequeña, una adorable madre de familia y otros varios, que crean una historia redonda donde cada uno encuentra una excusa para seguir viviendo y, de un modo u otro, disfrutando del éxito conseguido.
Es esta mi primera novela de Paul Auster, pero sin duda le seguirán más, pues me ha causado una gran impresión y su narrativa me ha cautivado completamente.
¿Y qué fue antes?, ¿la escapada "newyorquina" o la intención de leer el libro?
ResponderEliminarPues Minerva, tenía ganas hacía tiempo de leer algo de Paul Auster, y la visita a Nueva York decantó la balanza por este libro para empezar. Me gustó, así que espero leer más de este autor.
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