Sin duda este es uno de los libros más interesantes que he leído últimamente. Por lo que cuenta y por como lo cuenta. Viniendo avalado además por el Premio Espasa 2018. Si es cierto que como el propio autor comienza diciendo esto no es un libro de viajes. Aunque desde mi punto de vista sí que incita al viaje. Sergio del Molino recorre todos esos lugares que están en el mapa, pero como él dice, son las esquinas dobladas del mapa. Son lugares que no deberían estar ahí. Por una sencilla razón: rompen la homogeneidad de los territorios, la armonía idílica de las tierras y sus gentes, las líneas continuas trazadas a lo largo de los siglos. Con esta excusa profundiza en su historia, en el porqué surgieron así estos lugares fuera de sitio. Y ofrece una clarividente visión de como ha afectado esa circunstancia a sus actuales pobladores y la situación en que se encuentran.
¿Y cuáles son esos lugares esquivos de la geografía española? Pues parece mentira que en nuestras latitudes existan tantos lugares fuera de sitio:
- Gibraltar, Ceuta y Melilla. Son lugares rodeados por un territorio que no es el suyo. Ni por costumbres, ni por idioma, ni por raza y ni siquiera por religión. Pasear por estos lugares es trasladarse a otro continente. Sergio indaga en las peculiaridades de cada uno de ellos.
- Olivenza. Podría calificarse como la ciudad portuguesa afincada en España, donde las costumbres y el arte portugués han sobrevivido incluso mejor que en las propias ciudades portuguesas. En el libro se desvela la clave histórica para que Olivenza sea como es.
- Rionor de Castilla. Pueblo partido en dos por la frontera hispano portuguesa. Curiosa fue la forma en que sus vecinos vivieron la Guerra Civil española, según el lado donde tuvieran sus casas.
- Llívia. Territorio rodeado por Francia. Curiosidad geográfica que esconde una explicación humana y que el autor desvela en el libro.
- Andorra. Pequeño país de privilegios exagerados donde el turismo y el extraperlo han hecho ricos a los oriundos en estas últimas generaciones, después que padres y abuelos subsistieran en una tierra dura y pobre.
Andorra |
- Condado de Treviño, Rincón de Ademuz y Valle de Villaverde. Razones de índole nobiliaria de época medieval están detrás de la pertenencia de estos territorios a comunidades y provincias que no les corresponderían por lógica territorial.
- Petilla de Aragón. También caso anómalo al tratarse de una población de poco más de 30 habitantes perteneciente a Navarra pero integrada dentro de la geografía aragonesa en la provincia de Zaragoza. Sus habitantes se sienten orgullosos de su adscripción navarra.
Hay mucho más que descubrir sobre estos curiosos lugares. Y para ello nada mejor que leer el libro que en esta ocasión nos propone el autor. Una verdadera delicia.
Petilla de Aragón |
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