"Nunca se sabe qué
encontrará uno tras una puerta. Quizá en eso consiste la vida: en girar pomos”.
Me van a perdonar, sí pido perdón por adelantado, se trata de un libro de Albert Espinosa, y he de reconocer que con este autor no soy para nada objetivo. Me encanta todo lo que lleva su sello, es una sensación especial siempre para mí sumergirme en su mundo y como el mismo diría, todas sus obras hacen que mi esófago se quede sin respiración.
Este libro consta de diecinueve cortos capítulos, todos con un título original que incitará a seguir leyendo, y es narrado por el mismo protagonista, Marcos, en primera persona. Empieza a relatar su historia el mismo día en el que recibe la noticia de que su madre, con quien estaba muy unido, fallece. Todo el libro transcurre en el periodo de un solo día, lo que hace esta novela muy rápida y, en ocasiones, hasta vertiginosa por la rapidez en la que se suceden los acontecimientos.
Albert es un autor con mucha imaginación y en esta novela lo demuestra con la creación de: un personaje que posee un don especial, con sólo mirarte a los ojos puede saber toda tu vida (tus mayores miedos y tus placeres más íntimos), un extraterrestre que aparece de la nada en la Tierra, un amor a primera vista, una inyección que anula la necesidad de dormir... Nos sitúa en un escenario conocido y desconocido a la vez. No duda en mencionar ciudades como Nueva York, Barcelona o Salamanca pero con una tonalidad de ficción y una vida totalmente diferente a la actual. Para mí consigue en esta novela, que la ficción te parezca algo totalmente real, como si fuera parte de tu día más rutinario.
"Era como escarbar en su vida sin ni tan siquiera desearlo. Mi rostro se llenó con sus emociones, hasta tal punto que tuve que marcharme, alejarme de ella. No sabía que había pasado, pero había visto su vida, sus puntos débiles y también lo que hacía que se sintiera cómoda y orgullosa..."
Otro aspecto positivo a destacar del libro son las reflexiones típicas del autor, que protagonizaban "El mundo amarillo", libro que tanto me gustó. La filosofía de Albert Espinosa parece inocente pero en realidad tiene un trasfondo que te hace pensar... y mucho (adoro esta cualidad del autor).
"Quizá el mundo iría mejor si contásemos nuestros sueños eróticos a los que han sido protagonistas de ellos".
En todas las críticas que he leído de esta primera novela de Albert Espinosa se menciona o aparece en algún momento la palabra "surrealista", y en mi opinión, lo es. Pero este mundo surrealista, paralelo, un tanto mágico que consigue crear el autor, al menos para mí, se convierte en esencia exquisita de la lectura de esta obra.
La narración se ve constantemente interrumpida por reflexiones y frases filosóficas del autor, con la excusa, en este caso concreto de rememorar la forma de vivir y hacer de su recién fallecida madre. Sé que esto para algunos lectores es un punto negativo, que puede resultar un tanto "empalagosa" la escritura del propio Albert Espinosa, pero una vez más, a mí me conquista con su forma de expresar, se convierte en la joya de la corona de cualquiera de sus libros que he leído.
Por poner algún rasgo negativo de la obra (algo que realmente me cuesta, ya he dicho que no soy para nada objetivo con este autor), la historia se desarrolla en un mundo en la que los desconocidos confían el uno en el otro como si se conocieran de toda la vida, no queda sueño ni deseo sin cumplir y las casualidades son constantes, ello provoca quizá un alejamiento excesivo de la realidad.
Una vez más... su imaginación, sus reflexiones únicas y un final inesperado que apura y no llega hasta la última página hacen de "Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo" otra recomendación de lectura sin dudarlo.
(La vida, Pablo Picasso 1904)
Lo del Albert "Espinos" es una errata involuntaria o es que realmente es un calvario leer a este autor sentimentaloide (lo siento, no he podido evitarlo).
ResponderEliminarUn abrazo
Corregido la errata querido amigo, se trata de Albert Espinosa, nada de espinos en su libros, todo lo contrario a un calvario...y ya se sabe que en la variedad de gustos está el equilibrio querido amigo. Otro abrazo para tí8
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