Es difícil comentar este libro sin descubrir nada de la trama que poco a poco se va abriendo ante nosotros página a página. Y sería una pena desvelar ni un sólo detalle, pues el gran mérito del libro está en ir descubriendo todo poco a poco. Sólo diré que en esencia se trata del asesinato de una adolescente de 15 años, Nola Kellergan, en Aurora una pequeña población de New Hampshire, rodeado por infinidad de situaciones, sospechosos, éxitos, fracasos y gaviotas. Ah, y un libro...o varios.
Me ha gustado especialmente la forma en que el autor viene y va del pasado al presente continuamente, sin que por ello perdamos el hilo de la trama en ningún momento. Resulta original y cautivador esta forma de escribir y entremezclar tiempos sin perder al lector. Todo transcurre en tres épocas entremezcladas, 1975, 1998 y 2008.
También es tremendamente adictivo, pues a medida que lo lees las conjeturas van cambiando continuamente en tu cabeza y cuando crees que todo está resuelto, pues no. Aparece un nuevo dato que lo cambia todo y el asesino que el autor te había hecho creer que era culpable, pues ya no lo es. Lo que te lanza a una nueva vorágine de lectura sin cesar.
El tremendo éxito que ha tenido el libro no es fruto de la casualidad, sino de un trabajo bien hecho, un libro bien construído y una historia creíble e interesante. La novela ha ganado el Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa. Su autor Jöel Dicker ha entrado por la puerta grande de la literatura con esta su segunda novela.
Jöel Dicker |
«Todo el mundo hablaba del libro. Ésta es la primera frase de La verdad sobre el caso Harry Quebert: una profecía autocumplida, pues el libro de Joël Dicker ya se ha transformado en un fenómeno mundial.» Le Monde
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