domingo, 26 de diciembre de 2021

Línea de fuego, de Arturo Pérez-Reverte

Es lo malo de estas guerras civiles, ¿verdad?... Oyes a un enemigo herido llamar a su madre en el mismo idioma que tú, y como que así, ¿no?... Se te quitan las ganas.

Línea de Fuego. Arturo Pérez-Reverte. Página 619

Noche del 24 al 25 de julio de 1938. Se barrunta la batalla más cruenta y decisiva de toda la Guerra Civil española. Dos bandos enfrentados sin posibilidad de reconciliación. Un escenario difícil de atacar y de defender, un pueblo ficticio, Castellets del Segre y miles de hombres y mujeres resignados a su fatal destino de matar y morir por una causa en la que unos creen, pero otros solo defienden unos principios que no eligieron, sino que el destino los eligió a ellos para estar ahí. Y para darle forma a toda esta situación, un autor, Arturo Pérez-Reverte que narra los escenarios bélicos y de acción como nadie lo hace en la literatura española. Imagino que su enorme experiencia como reportero de guerra ayuda a darle crédito a sus narraciones.

Este es el escenario en el que se desarrolla la novela Línea de Fuego, comenzando con la ofensiva republicana para parar el avance franquista hacia las orillas del Ebro una vez que había caído el frente de Aragón. En la novela se mezclan personajes reales y otros ficticios, realizando acciones que pudieron pasar o no, pero que para el lector cobran una realidad casi mágica que te mantiene pegado a las páginas viviendo esos fátidicos días en primera línea de fuego.

La democracia está sobrevalorada - afirma ella con calor - . Solo es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano.

Línea de Fuego. Arturo Pérez-Reverte. Página 110

A través de personajes como Patricia (Pato) Monzón, Ginés Gorguel, Saliman, el capitán Bascuñana,  Olmos, Oriol Les Forques, Julian Panizo, Santiago Pardeiro, Longines, el niño Tonet, vamos saltando de un bando a otro, de una brigada a otra, de un cuerpo de ejército a otro, defendiendo la posición en unas ocasiones, tomando otras al asalto, huyendo hacia retaguardia, colocando explosivos, tendiendo líneas telefónicas, intentando huir del horror, esperando órdenes,... 

 


La acción es trepidante en cada página lo que ayuda a su rápida lectura a pesar de las casi 700 páginas del libro. No sobra un solo capítulo y en ningún momento decae el interés por la trama. Es un libro magistral y perfectamente documentado (en mi blog de viajes en moto Desdemiversys hay una serie de entradas dedicadas a la Batalla del Ebro, donde recojo los enclaves donde esta se desarrolló con fotos y descripciones detalladas).

Este es un libro que si te gusta Pérez-Reverte te gustará sin ninguna duda y si odias al autor o su estilo narrativo (que de todo hay) ni lo leas, pues en sus páginas está presente todo el histrionismo narrativo desplegado como las velas de su propio velero. A mi, una vez más, me ha encantado.

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