domingo, 11 de diciembre de 2022

El italiano, de Arturo Pérez-Reverte

Decir inteligencia militar es un oxímoron.

El Italiano. Pág. 191

En una guerra hay infinidad, cientos, miles, de actos heroícos y de actos ruínes, y cada uno de ellos no puede analizarse sacado del contexto de ese conflicto bélico. Por supuesto que matar es una barbaridad horrenda y que te maten una desgracia sin precedentes. Pero la condición humana ha sido, es y será siempre así. Siempre habrá guerra y los motivos serán también los mismos: económicos o religiosos. En cualquier caso siempre debe haber una línea roja que no debería cruzarse jamás en ningún conflicto: la población civil. Un conflicto armado es una lucha entre ejércitos, hombres y mujeres entrenados que han elegido esa forma de vida. Todos sabemos que la triste realidad no es así.


En esta novela Arturo Pérez-Reverte nos cuenta la historia de unos soldados de la marina italiana (Regia Marina) que a bordo de unos torpedos que montaban a horcajadas con el cuerpo descubierto, denominados maiales, (cerdo en italiano, debido a su poca maniobrabilidad y aspecto exterior) atacaban los barcos atracados en los puertos de Malta, Alejandría y Gibraltar durante la Segunda Guerra Mundial, causando enormes daños a las embarcaciones de los aliados. ¿Había muertos en estos ataques? Por supuesto, aunque la mayoría eran lógicamente militares y, sobre todo, lo que buscaban era hacer daño en bienes materiales a la corona inglesa. 

Sé que es guerrear bajo el mar. Y como son los hombres que lo hacen. No son mis iguales, sino mis enemigos. Pero los respeto.

El Italiano. Pág. 105

El Italiano es justamente la historia de uno de estos comandos atracados en el puerto de Algeciras encargado del ataque a instalaciones inglesas en el puerto de Gibraltar. En este entorno contaban con la pasividad del gobierno franquista español, que hacía la vista gorda y se negaba a apresar a estos comandos que después de los ataques se refugiaban en territorio nacional. Esto facilitaba enormente sus incursiones y la posterior retirada. A pesar de todo las operaciones eran sumamente arriesgadas y no siempre tenían el final esperado. Muchos hombres perdieron la vida en el intento.

 

En uno de estos ataques, un buzo italiano acaba en una playa de La Línea, donde es encontrado por una joven viuda española, librera de profesión. Le da cobijo en su casa y lo salva de una muerte casi segura devolviéndolo a su grupo. Pero algo surge entre ellos, lo que llevará a la mujer a implicarse de manera peligrosa en una guerra que  a ella ni le va ni le viene. Con sus datos y fotos se planifica un ataque al puerto de Gibraltar que por esas fechas alberga una importante dotación de barcos de guerra aliados. Las cosas no saldrán ni bien ni mal, pero para conocer los detalles habrá que leer el libro.

La obra combina el relato novelado de los acontecimientos junto con las investigaciones practicadas por el autor. Para elaborar esta historia cuenta con los relatos de primera mano de la mujer protagonista llamada Elena Arbués (el italiano ya había fallecido), unos de los compañeros y buzo de la marina italiana, que participó en diversas incursiones en el puerto de Gibraltar incluyendo el que se narra en la novela, el hijo del responsable inglés de la seguridad del puerto de Gibraltar. Todo está documentado por el autor por lo que, lo que acontece, pudo ser muy parecido en la realidad. Y la forma de escribir de Pérez-Reverte hace que la novela sea creíble y trepidante en los momentos de acción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario