Cuando Rosa Montero leyó el maravilloso diario que Marie Curie comenzó tras la muerte de su esposo, y que incluye al final del libro, sintió que la historia de esa mujer fascinante que se enfrentó a su época le llenaba la cabeza de ideas y emociones.
"La ridícula idea de no volver a verte" nació de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino. Al hilo de la extraordinaria trayectoria de Curie, Rosa Montero construye una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria de todos, entre el análisis de nuestra época y la evocación íntima. Son páginas que hablan de superación del dolor, del duelo tras la muerte de un ser querido, de las relaciones entre hombres y mujeres, del esplendor del sexo, de la buena muerte y de la bella vida, de la ciencia y de la ignorancia, de la fuerza salvadora de la literatura en el caso de Rosa Montero y de la ciencia en el caso de Marie Curie, y de la magia de quienes aprenden a disfrutar de la existencia con plenitud y con ligereza.
Vivo, libérrimo y original, este libro para mi inclasificable (a caballo entre diario, novela, novela histórica, científico,...) incluye fotos, remembranzas, amistades y anécdotas que transmiten el primitivo placer de escuchar buenas historias. Un texto auténtico, emocionante y cómplice que te atrapará desde sus primeras páginas.
Lo realmente importante de esta delicada ¿novela? de Rosa Montero es la labro de engranaje de anécdotas y sentimientos que destilan al leer su páginas. Y que nadie crea que esta obre, de algo más de 200 páginas, es algo que se digiera de sopetón. La versatilidad de momentos, curiosidades y sentimientos propios de la escritora es tal que la emoción acude a nuestro lado cuando menos la esperamos. El diálogo de Rosa Montero sobre las vivencias de Marie Curie, y sobre todo tras la desaparición de su esposo, se une a las propias de ella tras la súbita muerte de Pablo, su pareja. Y este entrecruzado de pensamientos y hechos nos produce una sensación de cercanía pocas veces sentida al leer una obra de literatura.
Una novela hermosa, muy hermosa, donde la autora hace un paralelismo entre el duelo y el dolor que sufre Marie Curie con la muerte de su marido y el suyo propio. Hay veces que llegan a nuestras manos, por casualidad, lecturas que encajan a la perfección en el momento personal que estamos viviendo, esto es lo que le sucedió a la autora con la llegada a sus manos del diario de Marie Curie (libro por cierto que queda pendiente de lectura "obligatoriamente")
Se presentan además aspectos destacables de la vida profesional de Curie (primera mujer en ganar el premio Nobel) como una de las mujeres pioneras en ese mundo que por años fue exclusivo de los hombres y en el que logró destacar y dejar con su vida, grandes descubrimientos y aportes que aún hoy tienen repercusión.
Sin duda, una obra para leer, reflexionar, aprender y disfrutar. Una lectura altamente recomendable, de esos libros que regalaría sin ningún tipo de dudas.
"Solo siendo absolutamente libre se puede bailar bien, se puede hacer bien el amor y se puede escribir bien. Actividades todas ellas importantísimas"
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